Partiendo de nuestra comprensión básica del Gasto Energético Diario Total (GDT), vamos a examinar más detenidamente los componentes fundamentales que se encuentran entre bastidores: la Tasa Metabólica Basal (TMB) y el multiplicador de actividad.
La TMB representa la cantidad mínima de energía necesaria para mantener el funcionamiento del organismo en reposo. Es la cantidad de energía que tu cuerpo necesita sólo para mantenerse vivo, incluso sin mover un músculo. En ella influyen diversos factores, como la edad, el sexo, el peso, la estatura y la composición corporal. Una mayor masa muscular, por ejemplo, se traduce en una mayor TMB debido a la mayor necesidad de energía de los músculos.
Pero los humanos no son criaturas sedentarias. Nos movemos, realizamos tareas, hacemos ejercicio e incluso nos inquietamos. Aquí es donde entra en juego la segunda pieza del rompecabezas de la TDEE: el multiplicador de actividad.
El multiplicador de actividad es un número que representa tu nivel de actividad física, que se multiplica por tu BMR para calcular la TDEE. Esta cifra varía en función del estilo de vida: una persona sedentaria tendrá un multiplicador más bajo (en torno a 1,2), mientras que una persona extremadamente activa podría tener uno más alto (en torno a 2,5).
Es fundamental tener en cuenta que el multiplicador de actividad no sólo tiene en cuenta el ejercicio deliberado, como una sesión de entrenamiento en el gimnasio o una carrera por el parque. También tiene en cuenta actividades cotidianas como limpiar, caminar e incluso estar de pie. Esto ofrece una medida más exhaustiva del gasto calórico diario, lo que convierte a la TDEE en una estimación más precisa de las necesidades energéticas de su cuerpo.
En nuestra próxima entrada del blog, exploraremos cómo puede utilizar eficazmente su TDEE para tomar decisiones más inteligentes sobre su nutrición y actividad física, apoyando un estilo de vida más saludable.